Si lo consultamos en un buscador, aparecen más de seis millones de resultados. Todo el mundo habla de ella. Personalidades de distintos ámbitos -de la política, del deporte, de la cultura…- se han sumado a la causa y, como buenos embajadores, llevan a la vista su emblema: la característica rueda de colores. Pero, ¿sabes qué es eso de “Agenda 2030”?

La Agenda 2030 fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015 y entró en vigor en 2016. Es, básicamente, una agenda de transformación para afrontar las principales problemáticas globales en favor de las personas, el planeta y la prosperidad.

Bajo la premisa de “no dejar a nadie atrás”, esta hoja de ruta plantea 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, conocidos como ODS, y 169 metas a cumplir de aquí a 2030. Su alcance es global y supone un lenguaje común para poder abordar conjuntamente los desafíos mundiales a los que nos enfrentamos.

Además, la Agenda 2030 abarca las esferas económica, social y ambiental al tener objetivos vinculados al crecimiento económico, al progreso social y a la protección del planeta. En concreto, estimula la acción en cinco ámbitos, conocidos como 'las 5 P': personas (People), planeta (Planet), prosperidad (Prosperity), paz (Peace) y alianzas (Partnership).
Nunca hasta ahora los líderes del mundo se habían comprometido con una acción y unos objetivos comunes en pro de una agenda de políticas tan amplia y universal.

Un reto de todos
Un aspecto fundamental de la Agenda 2030 es que requiere de la participación de múltiples actores, no sólo de los políticos. Es una llamada a la acción a los Estados, pero también a las a los ciudadanos y a las empresas, que por primera vez en la historia son consideradas agentes clave para el desarrollo.

Para empezar, los 17 Objetivos de la Agenda se elaboraron a partir de un gran proceso participativo que duró más de dos años en el que, también, se tuvieron en cuenta las lecciones aprendidas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que fueron los 8 objetivos y 70 metas globales establecidos por Naciones Unidas en el período anterior (2000-2015).

¿Y como vamos con los Objetivos?
El Pacto Mundial de las Naciones Unidas publica anualmente un informe de seguimiento del progreso mundial de los ODS. Su último informe pone de manifiesto que la crisis de la covid-19 ha supuesto un retroceso en algunos de los objetivos. Por ejemplo, ha provocado el primer aumento de la pobreza global en décadas y, en el ámbito educativo, han generado la llamada brecha digital: la enseñanza a distancia está fuera del alcance de por lo menos 500 millones de estudiantes.

Estos desafíos son problemas globales que requieren soluciones a nivel mundial. Ningún país o persona puede resolverlos de manera aislada, por lo que contar con una hoja de ruta pensada para la acción multilateral y las alianzas es más importante que nunca.

Santillana, como compañía, y todos nosotros, como individuos, podemos hacer muchas cosas para contribuir a su cumplimiento. Nos quedan menos de diez años para conseguirlo.

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