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Noticia
Mujeres que marcan el rumbo de sus comunidades
La contribución de las mujeres indígenas a menudo queda ensombrecida por una doble discriminación: cultural y de género. Escuchar sus voces y compartir sus historias es fundamental para que las niñas encuentren en ellas referentes en las que inspirarse
Madrid
/ 1 de marzo 2024

 Actualmente existen cerca de 476 millones de indígenas en todo el mundo, de los que aproximadamente el 50% son mujeres. Se trata de un colectivo que a menudo sufre una doble discriminación, derivada de su identidad de género y cultural. En el ámbito de la educación, se calcula que solo una de cada diez niñas indígenas termina la escuela secundaria en América Latina.


Escuchar sus voces y compartir sus historias es fundamental para contrarrestar la tradicional invisibilización que sufren y reconocer así el importante papel que tienen dentro y fuera de sus comunidades.

 Santillana trabaja diariamente por integrar la diversidad de género, etnias o capacidades en sus proyectos educativos, en línea con la estrategia de sostenibilidad del Grupo.

Además, busca generar conciencia acerca de la importancia de la diversidad y la igualdad a través de contenidos en abierto, como el podcast Educación y Relaciones Étnico-Raciales; y con su apoyo a proyectos como Intraducibles, en México. También, a través de campañas de sensibilización como ‘Mujeres que inspiran, futuros que cambian’, que está desarrollando con motivo de este Día Internacional de la Mujer.

La compañía también desarrolla, en alianza con Fundación Entreculturas-Fe y Alegría, el programa #VoyaSer, dirigido a niñas indígenas de escasos recursos. Con este proyecto, las ofrece una ayuda integral, que incluye un apoyo económico para garantizar su continuidad educativa, formación en habilidades digitales y socioemocionales y el acompañamiento social y pedagógico de profesionales de la compañía.

Con el objetivo de poder inspirar a estas y otras niñas en su misma situación, en este artículo repasamos algunos ejemplos de mujeres indígenas que están teniendo una aportación relevante en áreas como la cultura, la tecnología o el medio ambiente:

  • Estercilia Simanca, Colombia: De la comunidad indígena El Paraíso, Estercilia es abogada y autora de Loqueleo. Su obra ha contribuido al trabajo de investigación de estudiosos de autores indígenas.
  • Ruth Buendía, Perú: Esta mujer ashánika ganó en 2014 el Premio Goldman, considerado el “Premio Nobel verde”, distinción internacional que la coloca entre los principales líderes internacionales que luchan por un planeta más sostenible.
  • Alessandra Korap, Brasil: líder de la comunidad indígena mundurukú de Brasil, su trabajo en favor del medio ambiente también le llevó a conseguir el Premio Goldman en 2023.
  • Beliza Coro, Ecuador: Kichwa puruwa de Ecuador, fue la primera mujer indígena de su comunidad en graduarse como abogada y es jefa de Políticas de Inclusión Digital en una importante empresa de telecomunicaciones.
  • Sara Curruchich, Guatemala: Es la primera cantautora indígena guatemalteca en llevar sus cantos en kaqchikel -su idioma materno- y español a nivel internacional. En 2020 participó en el Festival ‘Tiempo de Mujeres’, en México.
  • Stephannie Blanco Salazar, Costa Rica: Originaria de Amubri, Talamanca, es la primera mujer indígena costarricense en haber jugado en un club europeo y la primera en jugar en la selección de Costa Rica.

¿Sabías que…

 La canción Tayëla, de Sara Curruchich y el colectivo de mujeres indígenas costarricense Icuru Tsö, ganó el premio a la Mejor Canción del Año 2023 en Costa Rica?

Producido por la Oficina de las Naciones Unidas en Costa Rica y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el tema fue parte de un taller de derechos humanos y música que contó con el apoyo de la discográfica sin fines de lucro We Could Be Music, que promueve a los artistas de comunidades subrepresentadas que hacen música con impacto social.

El título de la canción, Tayëla, significa “prestar atención” y es una expresión a menudo utilizada por las madres y abuelas en Maléku, una lengua hoy casi extinta de la costa atlántica de Costa Rica y Nicaragua.